jueves, 7 de febrero de 2013

Art. de Opinión


“Vergüenza les debería dar”

Tanto regalo, tanto amiguismo, tanto enchufismo y tan poco sentido común.
El ambiente en la calle se va caldeando y no es para menos. Ante evidencias de comportamientos inapropiados por parte de algunos de nuestros dirigentes políticos y sus familiares y amigos del alma, sólo nos queda pedir explicaciones.
El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, mostró su voluntad de demostrar que España “es el país serio y cumplidor que siempre hemos sido”. Pero con lo que está lloviendo desde esas declaraciones, algunos políticos no se salvan del chaparrón ni poniéndose el chubasquero, botas de agua y paraguas.
La ciudadanía se siente engañada ante tanta desvergüenza. Desvergüenza que algunos parecen llevar tatuada en la frente. Sí, en la frente, porque no hay más que mirar los gestos que hacen algunos políticos cuando, públicamente, intentan explicar que ellos no tienen nada que ver con la corrupción o con hechos de dudosa legalidad u honorabilidad. Lenguaje no verbal que evidencia a más de uno.
Pero los argumentos que se van sucediendo, día tras día, para “quitarse el muerto de encima”, sólo nos dejan una salida: pedir la dimisión.
Dimisión por vergüenza, moralidad y por vivir de la política a costa de la ciudadanía. Cómo diría mi madre, “vergüenza les debería dar”.
A Rajoy se le preguntó sobre el déficit público respondiendo que “no es bueno gastar más de lo que se tiene”. Pues algunos políticos han tenido la solución: si no lo tengo, lo robo, lo recibo como regalo o, directamente, me aumento la nómina.
Todo lo dicho en este artículo es verdadero o… falso salvo alguna cosa. Bueno, me detengo porque sino me lio, como Rajoy.